EL PROCESO FORMATIVO II
B. LAS ETAPAS DEL CRECIMIENTO
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Dependiendo de cada autor las
etapas de crecimiento se explican de un modo u otro o se les denomina de una manera peculiar,
nosotr@s hemos elegido el enfoque de S. Keleman por su sencillez y practicidad.
Estas etapas referidas al desarrollo y maduración del/a niñ@ también las
podemos considerar como etapas del aprendizaje del amor, pues los actos de dar
y recibir, base del amor, afectan a la estructura somática y al/a adult@ en
formación. La distorsión de la forma se basa
en el contraste entre lo que debería ocurrir en cada etapa y lo que de
hecho, en realidad, está ocurriendo.
1. CRIAR
La crianza
quiere decir que la madre responde a la
disposición y movimiento del/a hij@, es decir hace función de espejo. Criar es algo más que
satisfacer las necesidades básicas de comida y alojamiento. Tiene que ver con
respuestas sentidas en el cuerpo: calor, contacto, protección, todo lo que
tiene lugar en los dos o tres primeros
años de vida. Para que esta etapa transcurra con éxito es necesario que l@s
madres/padres sepan poner limites
estructurantes a sus hij@s. Un@ progenitor@ débil o ausente, dependiente o que
busque la fuerza de sus hij@s y no
darles su fuerza, no constituye un modelo para sus hij@s, no captan de el/ella
la experiencia necesaria. Es esencial que l@ nin@s tengan una madre o un padre
que se interese por ell@s. En la situación inmadura l@s padres/madres proyectan
sus propios intereses en sus hij@s. Un fallo en esta etapa de crianza da
estructuras débiles (amorfas, colapsadas, prosas).
2. CUIDAR
A medida que
l@s niñ@s se hacen mayores y ya no exigen tanto cuidado, su creciente sensación
de habilidad exige: “Mírame”, “mira lo que hago”. El/la niñ@ intenta separarse
sin desvincularse, requiere el interés y la atención. Esta necesidad de
atención es muy importante para adquirir identidad.
Si el niño
está sobreprotegido y es tratado como algo especial, si se lo dan todo hecho,
si no aprende a hacer las cosas con independencia, su propia capacidad de
acción se verá disminuida. También se produce distorsión cuando l@s p/madres no
quieren que l@s hij@s les demanden demasiado, forzando al niñ@ a una
independencia temprana para servir a las necesidades del p/madre.
Cuando
el/la niñ@ esta sobreprotegid@ o es
inducid@ a ser independiente antes del
tiempo se genera una distorsión de la forma que Keleman llama estructura
hinchada o inflada.
3. COMPARTIR
Esta etapa
conlleva un deseo del/a infante de revelar los propios estados internos de
sentimiento y percepción. Esta forma de compartir establece una identidad que
sitúa al/a niñ@ para que se forme una
realidad desde su entorno subjetivo o interno. Así como hay un mundo objetivo
hay un mundo subjetivo. El/la nin@ le cuenta al p/madre algo referente a su
condición interna y espera de él/ella una respuesta. Sin nadie le escucha, o le
dicen que su experiencia no es real, o si solo le corrigen y le dice que tiene
que hacer, se rechaza su experiencia interna y no se le permite la intimidad.
Compartir es un tipo de intimidad en el que l@s p/madres se sensibilizan hacia
las experiencias internas del/a niñ@ y
le permiten conocer las reacciones p/maternas. Esta intimidad es un catalizador
para organiza un yo interior privado. Al/a niñ@ se le debe escuchar y responder
de una manera personal. Si en lugar de dialogo hay un monologo p/materno y la
regla es “tienes que obedecer”, entonces
puede que el/la niñ@ no crezca y se le cree una irritación a punto de explotar.
Se le ha humillad@ y se ha ignorado su forma de ser. Si l@s p/madres no le
escuchan, le ridiculizan, le envían a su habitación o simplemente le dan
consejos, el/la niñ@ se siente rechazad@, no reconocid@ y piensa ¿para qué?, creándose una sensación
de derrota. La distorsión de la forma
sino se da un desarrollo adecuado en esta etapa es una estructura que Keleman
llama densa.
3. COOPERAR
En esta etapa
el/la niñ@ quiere ser parte de la familia, cooperar en una entidad mayor que
él/ella mism@, y contribuir a ello. Son criaturas cooperativas por naturaleza
porque su supervivencia está en juego. Tratan de acomodarse, primero a sus p/madres
y después a su amig@s. La cooperación consiste en hacer cosas conjuntamente en
torno a algo más grande de lo que supondría hacerlas sol@s. En esta etapa, a
diferencias de las anteriores, el/la
niñ@ quiere mantener una pauta a largo
plazo. Una familia rígida no permite que el/la niñ@ participe en su
organización, se rige por reglas y trata de reforzar la cooperación a través de
una serie de normas colectivas que funcionan bajo el lema: “así se hacen las
cosas”. La cooperación se vuelve obediencia y estereotipo. Cuando se
recompensa a un/a niñ@ por mantener las
reglas su generosidad disminuye, la dadivosidad del/a niñ@ queda atrapado en un
sistema contable. La idea
es que “los mayores son los que saben”, el joven no es tratado como un/a adult@
sino relegado a un segundo lugar. En la familia rígida se piensa que el amor no es cosa de
sentimientos, se trata de ser leal no afectivo. Al/a niñ@ que le dan permiso
para actuar, pero solo dentro de unas reglas estrictas, acaba teniendo una
distorsión de la forma acorde con esta etapa cooperativa, que Keleman llama
estructura rígida.
C. LAS DISTORSIONES DE LA FORMA
El adulto inicial, el arquetipo
genético esta siempre desarrollándose y se formará con independencia de lo que
ocurra socialmente.
Stanley Keleman (El Amor, una visión
somática)
Todos nacemos con la necesidad básica
de formarnos
Stanley Keleman (El Amor, una visión
somática)
Diafragmas y bandas que estructuran la forma y la coraza caracterial
1. ESTRUCTURA COLAPSADA: Etapa criar
La distorsión
del amor en esta etapa pueden ser el abuso y el descuido, o un amor dado de
mala gana, o bien tentativas para que el/la niñ@ no crezca. También se puede derivar de haber heredado
una debilidad constitucional. Las estructuras débiles están hipoformadas y
adoptan una forma que se acomoda a las exigencias del exterior, pero al mismo
tiempo son incapaces de apoyar su propio estímulo. La sensación somática de la
estructura débiles de hundimiento, de venirse abajo, de caer, o sea de colapso.
Esta sensación interna puede estar enmascarada por la postura de la persona.
Estas estructuras tienen cualidades como la empatía, suavidad, amabilidad,
comprensión y dulzura. Pero estas cualidades suelen ser compensaciones de su incapacidad para mantener la vitalidad.
Usan a otras personas para que les den un sentimiento de si mism@s. Al estar
insatisfechos sus relaciones nunca le aportan lo suficiente. Las estructuras
débiles buscan relaciones familiares e interpersonales para el apoyo mutuo.
Buscan a alguien a quien aferrarse y que les rescate, un/a salvador/a. O bien
necesitan a alguien que apoye sus intereses. Estas estructuras buscan una
pareja que sea un/a gestor/a y que
refuerce sus debilidad. Las estructuras colapsadas transmiten a los demás un
sentimiento de aceptación, cuando, en realidad, lo que hacen es penetrar y
envolverl@s. En el nivel más profundo estas estructuras no se sientes vacías
sino solas y desatendidas. Son incapaces de mantener una postura agresiva.
Estructura hinchada
2. ESTRUCTURA HINCHADA: Etapa cuidar
En la etapa de
cuidar si l@s infantes no reciben una atención especial de sus p/madres, se
sienten inseguros en el mundo, están en conflicto entre el mundo y sus
p/madres. Hay una tensión entre la excitación que sienten hacia el mundo y la amenaza que este sentimiento les plantea
hacia sus especial relación con la familia. Este proceso de separación o
individualización se puede distorsionar
cuando l@s niñ@s son tratados como demasiado especiales o excepcionales, cuando l@s p/madres no
quieren que sus hijos crezcan para mantenerlos siempre niñ@s, o, por el
contrario, cuando les exigen crecer demasiado deprisa.
El/la niñ@ tratado como especial, al que le
dan todo hecho, no domina su propio desarrollo muscular. De adult@ usará la
manipulación y la seducción para hacer que l@s demás hagan cosas por él/ella.
Otros p/madres quieren que sus hij@s se hagan adult@s demasiado rápido, el
resultado es un desarrollo precoz. Estos niñ@ adquieren gran cantidad de
información y se consideran maduros, pero el hecho es que tienen la personalidad por formar. Su sistema de
información, el cerebro y los sentidos, están inflados, pero su sistema
emocional, las vísceras y las extremidades están por formar. Necesitan estar
llenados constantemente por la experiencia de alguien para mantener la imagen
de ser un/a adult@ competente.
Estructuras rigida y colapasada
Una educación
prolongada también amplia la infancia y estimula a l@s niñ@s
a seguir siendo dependientes y a
verse como especiales e independientes, son el centro de atención y de interés.
Estas
estructuras hipoformadas necesitan saciar constantemente el hambre, la codicia
y la soberbia. La codicia se basa en recibir todo sin límites, tiene una
cualidad agresiva de tomar por la fuerza. No tiene suficiente organización in
terna o cuerpo para vivir dentro de sí
mismas, por eso tiene que invadir a otra persona. Utilizan la seducción, el
engaño o la manipulación para penetrar en el/la otr@. La persona inflada ha
sido cuidada y se mueve por el sentimiento de “tengo derecho, soy especial”,
sin embargo la estructura débil no ha sido cuidada y su sentimiento es “soy
inútil, no tengo derecho a nada”.
3. ESTRUCTURA DENSA: Etapa compartir
A esta
estructura hiperformada la dinámica familiar les enseñó sumisión a los demás,
por ello cuando adult@s buscan un líder. Son leales, se hacer mártires y se
autosacrifican para servir. Buscan relaciones siendo dependientes y al mismo
tiempo intentan n o serlo. Temen por sus reacciones emocionales bruscas pero a
la vez siguen adict@s a ellas. Se sienten maltratad@s, despreciad@s y sin
reconocimiento alguno. Son cínic@s y una oscuridad ensombrece su futuro. Anhelan
ser libres y sentirse válid@s. El hecho
de servir les da la sensación de que se les necesita.
Estas personas
tienen como dos capas, un núcleo energético ardiente de excitación, que dispara
su necesidad y la proyecta hacia el mundo, y una capa densa externa que establece un límite. Espesan la
piel y los músculos para preservar su organismo. Su periferia densa hace
rebotar a los demás que intentan invadirle. Están atrapadas dentro de si
mismas. Se sienten inseguras y les gusta identificarse con quienes tienes
cualidades impulsivas y rígidas. Sus relaciones son duraderas aunque con
frecuencia existe resentimiento. Liberan energía pero lo hacen de modo
ineficaz: primero ataque, luego arrepentimiento, riña y perdón, vergüenza y
perdón. Se hacen grandes para ser pequeños de nuevo. Idealiza y sueña con la
libertad pero evita la acción. Para volverse compactos meten el cuello en el
torso, y el torso en el abdomen. No aguantan movimientos enérgicos, se cansan
fácilmente y se descoordinan.
4) ESTRUCTURA
RIGIDA: Etapa cooperar
Estas
estructuras hiperformadas favorecen la
acción, y sus distorsiones lo son de actividad: histeria, pensamientos
obsesivos, acciones compulsivas e incapacidad para ceder. Han aprendido que la
recompensa tiene que ganarse y para ello tiene que seguir las reglas. La
competitividad domina sobre la cooperación. Quieren ser racionales por encima
de todo, la palabra que mejor describe
al carácter rígido es control. Tienen una alta fuerza sexual y capacidad para
funcionar en el trabajo del día a día. Aman el poder y lo utilizan. Rivalizan
por la atención, el dominio y el control. Pueden llegar a ser cooperativas pero
no necesariamente íntimas. Al no querer perder el control, la ternura y la
sexualidad representan la pérdida del
mismo. La atención está en ellas mismas no en los demás. Temen el fracaso.
D. EPILOGO
A todas estas
ideas que nos aporta Stanley Keleman, cabría añadir las aportaciones, desde la
Teoría del Apego, que nos hace John Bowlby y Mary
Ainswort, lo referente a la salud primal y al sistema de adaptación primal que
incorpora Michel Odent, los estudios sobre el sistema polivagal y sistema vagal
social de Stephen Porges y lo trabajos sobre el sistema de inhibición de la
acción de Henri Laborit, entre otr@s. Todas estas investigaciones y muchas
otras que se están fraguando en este momento o que muy pronto surgirán,
conforman un intenso y complejo puzle en el que poder ver reflejada esa
supuesta realidad objetiva que está ahí fuera y esa otra realidad subjetiva que
tenemos aquí dentro, y de ese modo conocernos mejor para saber dónde estamos
aquí y ahora y vislumbrar hacia donde caminamos, en pocas palabras: ubicarnos y
orientarnos.
D.
BIBLIOGRAFIA
·
EL AMOR. Una visión somática, Stanley Keleman,
Editorial Desclée De Brouwer, Bilbao, 2001
(Las imágenes están extraídas de los textos de Stanley Keleman)