viernes, 21 de marzo de 2014

   EL PROCESO FORMATIVO II


    B. LAS ETAPAS DEL CRECIMIENTO

La teoría formativa  establece que somos como adultos pero nacemos niños. El adulto en proyecto siempre esta presente como principio organizativo básico. El adulto que se está formando es parte del niño. Lo paradójico es como el adulto informe, que se llama niño, esconde el arquetipo adulto. Aunque nos han condicionado con la imagen mágica de la niñez, el proceso adulto sigue funcionando entre bastidores. El adulto inicial, el arquetipo genético esta siempre desarrollándose y se formará con independencia de lo que ocurra socialmente.
Stanley Keleman.El amor, una visión somática, Edit Desclée de Brouwer, S.A., Bilbao 2001





























                                                                        
 
 














Dependiendo de cada autor las etapas de crecimiento se explican de un modo u otro o  se les denomina de una manera peculiar, nosotr@s hemos elegido el enfoque de S. Keleman por su sencillez y practicidad. Estas etapas referidas al desarrollo y maduración del/a niñ@ también las podemos considerar como etapas del aprendizaje del amor, pues los actos de dar y recibir, base del amor, afectan a la estructura somática y al/a adult@ en formación. La distorsión de la forma se basa  en el contraste entre lo que debería ocurrir en cada etapa y lo que de hecho, en realidad, está ocurriendo.

            1. CRIAR

La crianza quiere decir que la madre responde  a la disposición y movimiento del/a hij@, es decir hace  función de espejo. Criar es algo más que satisfacer las necesidades básicas de comida y alojamiento. Tiene que ver con respuestas sentidas en el cuerpo: calor, contacto, protección, todo lo que tiene  lugar en los dos o tres primeros años de vida. Para que esta etapa transcurra con éxito es necesario que l@s madres/padres  sepan poner limites estructurantes a sus hij@s. Un@ progenitor@ débil o ausente, dependiente o que busque la fuerza de sus hij@s  y no darles su fuerza, no constituye un modelo para sus hij@s, no captan de el/ella la experiencia necesaria. Es esencial que l@ nin@s tengan una madre o un padre que se interese por ell@s. En la situación inmadura l@s padres/madres proyectan sus propios intereses en sus hij@s. Un fallo en esta etapa de crianza da estructuras débiles (amorfas, colapsadas, prosas).

            2. CUIDAR

A medida que l@s niñ@s se hacen mayores y ya no exigen tanto cuidado, su creciente sensación de habilidad exige: “Mírame”, “mira lo que hago”. El/la niñ@ intenta separarse sin desvincularse, requiere el interés y la atención. Esta necesidad de atención es muy importante para adquirir identidad.

Si el niño está sobreprotegido y es tratado como algo especial, si se lo dan todo hecho, si no aprende a hacer las cosas con independencia, su propia capacidad de acción se verá disminuida. También se produce distorsión cuando l@s p/madres no quieren que l@s hij@s les demanden demasiado, forzando al niñ@ a una independencia temprana para servir a las necesidades del p/madre.

Cuando el/la  niñ@ esta sobreprotegid@ o es inducid@  a ser independiente antes del tiempo se genera una distorsión de la forma que Keleman llama estructura hinchada o inflada.

3. COMPARTIR

Esta etapa conlleva un deseo del/a infante de revelar los propios estados internos de sentimiento y percepción. Esta forma de compartir establece una identidad que sitúa al/a niñ@  para que se forme una realidad desde su entorno subjetivo o interno. Así como hay un mundo objetivo hay un mundo subjetivo. El/la nin@ le cuenta al p/madre algo referente a su condición interna y espera de él/ella una respuesta. Sin nadie le escucha, o le dicen que su experiencia no es real, o si solo le corrigen y le dice que tiene que hacer, se rechaza su experiencia interna y no se le permite la intimidad. Compartir es un tipo de intimidad en el que l@s p/madres se sensibilizan hacia las experiencias internas  del/a niñ@ y le permiten conocer las reacciones p/maternas. Esta intimidad es un catalizador para organiza un yo interior privado. Al/a niñ@ se le debe escuchar y responder de una manera personal. Si en lugar de dialogo hay un monologo p/materno y la regla  es “tienes que obedecer”, entonces puede que el/la niñ@ no crezca y se le cree una irritación a punto de explotar. Se le ha humillad@ y se ha ignorado su forma de ser. Si l@s p/madres no le escuchan, le ridiculizan, le envían a su habitación o simplemente le dan consejos, el/la niñ@ se siente rechazad@, no reconocid@  y piensa ¿para qué?, creándose una sensación de derrota.  La distorsión de la forma sino se da un desarrollo adecuado en esta etapa es una estructura que Keleman llama densa.

3.     COOPERAR

En esta etapa el/la niñ@ quiere ser parte de la familia, cooperar en una entidad mayor que él/ella mism@, y contribuir a ello. Son criaturas cooperativas por naturaleza porque su supervivencia está en juego. Tratan de acomodarse, primero a sus p/madres y después a su amig@s. La cooperación consiste en hacer cosas conjuntamente en torno a algo más grande de lo que supondría hacerlas sol@s. En esta etapa, a diferencias de las anteriores,  el/la niñ@  quiere mantener una pauta a largo plazo. Una familia rígida no permite que el/la niñ@ participe en su organización, se rige por reglas y trata de reforzar la cooperación a través de una serie de normas colectivas que funcionan bajo el lema: “así se hacen las cosas”. La cooperación se vuelve obediencia y estereotipo. Cuando se recompensa  a un/a niñ@ por mantener las reglas su generosidad disminuye, la dadivosidad del/a niñ@ queda atrapado en un sistema contable. La idea es que “los mayores son los que saben”, el joven no es tratado como un/a adult@ sino relegado a un segundo lugar. En la familia rígida  se piensa que el amor no es cosa de sentimientos, se trata de ser leal no afectivo. Al/a niñ@ que le dan permiso para actuar, pero solo dentro de unas reglas estrictas, acaba teniendo una distorsión de la forma acorde con esta etapa cooperativa, que Keleman llama estructura rígida.

C.      LAS DISTORSIONES DE LA FORMA

El adulto inicial, el arquetipo genético esta siempre desarrollándose y se formará con independencia de lo que ocurra socialmente.
Stanley Keleman (El Amor, una visión somática)
Todos nacemos con la necesidad básica de formarnos
Stanley Keleman (El Amor, una visión somática)







                                          Diafragmas y bandas que estructuran la forma y la coraza caracterial


1. ESTRUCTURA COLAPSADA: Etapa criar

La distorsión del amor en esta etapa pueden ser el abuso y el descuido, o un amor dado de mala gana, o bien tentativas para que el/la niñ@ no crezca.  También se puede derivar de haber heredado una debilidad constitucional. Las estructuras débiles están hipoformadas y adoptan una forma que se acomoda a las exigencias del exterior, pero al mismo tiempo son incapaces de apoyar su propio estímulo. La sensación somática de la estructura débiles de hundimiento, de venirse abajo, de caer, o sea de colapso. Esta sensación interna puede estar enmascarada por la postura de la persona. Estas estructuras tienen cualidades como la empatía, suavidad, amabilidad, comprensión y dulzura. Pero estas cualidades suelen ser compensaciones  de su incapacidad para mantener la vitalidad. Usan a otras personas para que les den un sentimiento de si mism@s. Al estar insatisfechos sus relaciones nunca le aportan lo suficiente. Las estructuras débiles buscan relaciones familiares e interpersonales para el apoyo mutuo. Buscan a alguien a quien aferrarse y que les rescate, un/a salvador/a. O bien necesitan a alguien que apoye sus intereses. Estas estructuras buscan una pareja que sea un/a  gestor/a y que refuerce sus debilidad. Las estructuras colapsadas transmiten a los demás un sentimiento de aceptación, cuando, en realidad, lo que hacen es penetrar y envolverl@s. En el nivel más profundo estas estructuras no se sientes vacías sino solas y desatendidas. Son incapaces de mantener una postura agresiva.


                                                             Estructura hinchada

2.   ESTRUCTURA HINCHADA: Etapa cuidar

En la etapa de cuidar si l@s infantes no reciben una atención especial de sus p/madres, se sienten inseguros en el mundo, están en conflicto entre el mundo y sus p/madres. Hay una tensión entre la excitación que sienten hacia el mundo  y la amenaza que este sentimiento les plantea hacia sus especial relación con la familia. Este proceso de separación o individualización se puede distorsionar  cuando l@s niñ@s son tratados como demasiado especiales  o excepcionales, cuando l@s p/madres no quieren que sus hijos crezcan para mantenerlos siempre niñ@s, o, por el contrario, cuando les exigen crecer demasiado deprisa.

 El/la niñ@ tratado como especial, al que le dan todo hecho, no domina su propio desarrollo muscular. De adult@ usará la manipulación y la seducción para hacer que l@s demás hagan cosas por él/ella. Otros p/madres quieren que sus hij@s se hagan adult@s demasiado rápido, el resultado es un desarrollo precoz. Estos niñ@ adquieren gran cantidad de información y se consideran maduros, pero el hecho es que tienen  la personalidad por formar. Su sistema de información, el cerebro y los sentidos, están inflados, pero su sistema emocional, las vísceras y las extremidades están por formar. Necesitan estar llenados constantemente por la experiencia de alguien para mantener la imagen de ser un/a adult@ competente.


                                                  Estructuras rigida y colapasada

Una educación prolongada también amplia la infancia y estimula  a l@s niñ@s  a seguir siendo dependientes  y a verse como especiales e independientes, son el centro de atención y de interés.
Estas estructuras hipoformadas necesitan saciar constantemente el hambre, la codicia y la soberbia. La codicia se basa en recibir todo sin límites, tiene una cualidad agresiva de tomar por la fuerza. No tiene suficiente organización in terna  o cuerpo para vivir dentro de sí mismas, por eso tiene que invadir a otra persona. Utilizan la seducción, el engaño o la manipulación para penetrar en el/la otr@. La persona inflada ha sido cuidada y se mueve por el sentimiento de “tengo derecho, soy especial”, sin embargo la estructura débil no ha sido cuidada y su sentimiento es “soy inútil, no tengo derecho a nada”.

 3.  ESTRUCTURA DENSA: Etapa compartir

A esta estructura hiperformada la dinámica familiar les enseñó sumisión a los demás, por ello cuando adult@s buscan un líder. Son leales, se hacer mártires y se autosacrifican para servir. Buscan relaciones siendo dependientes y al mismo tiempo intentan n o serlo. Temen por sus reacciones emocionales bruscas pero a la vez siguen adict@s a ellas. Se sienten maltratad@s, despreciad@s y sin reconocimiento alguno. Son cínic@s y una oscuridad ensombrece su futuro. Anhelan ser libres y sentirse válid@s.  El hecho de servir les da la sensación de que se les necesita.

Estas personas tienen como dos capas, un núcleo energético ardiente de excitación, que dispara su necesidad y la proyecta hacia el mundo, y una capa densa  externa que establece un límite. Espesan la piel y los músculos para preservar su organismo. Su periferia densa hace rebotar a los demás que intentan invadirle. Están atrapadas dentro de si mismas. Se sienten inseguras y les gusta identificarse con quienes tienes cualidades impulsivas y rígidas. Sus relaciones son duraderas aunque con frecuencia existe resentimiento. Liberan energía pero lo hacen de modo ineficaz: primero ataque, luego arrepentimiento, riña y perdón, vergüenza y perdón. Se hacen grandes para ser pequeños de nuevo. Idealiza y sueña con la libertad pero evita la acción. Para volverse compactos meten el cuello en el torso, y el torso en el abdomen. No aguantan movimientos enérgicos, se cansan fácilmente y se descoordinan.

4) ESTRUCTURA RIGIDA: Etapa cooperar

Estas estructuras hiperformadas  favorecen la acción, y sus distorsiones lo son de actividad: histeria, pensamientos obsesivos, acciones compulsivas e incapacidad para ceder. Han aprendido que la recompensa tiene que ganarse y para ello tiene que seguir las reglas. La competitividad domina sobre la cooperación. Quieren ser racionales por encima de todo, la palabra que mejor  describe al carácter rígido es control. Tienen una alta fuerza sexual y capacidad para funcionar en el trabajo del día a día. Aman el poder y lo utilizan. Rivalizan por la atención, el dominio y el control. Pueden llegar a ser cooperativas pero no necesariamente íntimas. Al no querer perder el control, la ternura y la sexualidad  representan la pérdida del mismo. La atención está en ellas mismas no en los demás. Temen el fracaso.

D.      EPILOGO

A todas estas ideas que nos aporta Stanley Keleman, cabría añadir las aportaciones, desde la Teoría del Apego, que nos hace John Bowlby y Mary Ainswort, lo referente a la salud primal y al sistema de adaptación primal que incorpora Michel Odent, los estudios sobre el sistema polivagal y sistema vagal social de Stephen Porges y lo trabajos sobre el sistema de inhibición de la acción de Henri Laborit, entre otr@s. Todas estas investigaciones y muchas otras que se están fraguando en este momento o que muy pronto surgirán, conforman un intenso y complejo puzle en el que poder ver reflejada esa supuesta realidad objetiva que está ahí fuera y esa otra realidad subjetiva que tenemos aquí dentro, y de ese modo conocernos mejor para saber dónde estamos aquí y ahora y vislumbrar hacia donde caminamos, en pocas palabras: ubicarnos y orientarnos.

D.     BIBLIOGRAFIA


·         EL AMOR. Una visión somática, Stanley Keleman, Editorial Desclée De Brouwer, Bilbao, 2001
(Las imágenes  están extraídas de los textos de Stanley Keleman)

miércoles, 19 de marzo de 2014


EL PROCESO FORMATIVO  I


La forma es la relación entre la actividad metabólica (sentimiento, instinto, deseo, impulso) y la acción. La forma corporal es la contención de sentimiento, metabolismo celular (dentro) y acción (fuera). La acción está directamente relacionada con la percepción de la realidad, es decir con lo que existe en el mundo. Una vez que el organismo decide actuar, adopta su propio principio de realidad.
Stanley Keleman.El amor, una visión somática, Edit Desclée de Brouwer, S.A., Bilbao 2001


W. Reich, se refería a lo divino como esa parte instintiva e innata que llevamos dentro y que nos impulsa a la expansión, la búsqueda del conocimiento, el movimiento vivo y la creatividad. Y a lo diabólico como lo que impide que esa potencialidad se desarrolle, al habernos dejado “poseer” (introyección) por unos  modelos conductuales basados en la represión de lo vivo, en la inmovilidad y en la resignación.
Xavier Serrano Hortelano.La pareja ¿proceso alquímico o institución perversa? Al alba del siglo XXI, Publicaciones Orgón de ES.TER Valencia 2001



























 
 






 
 











En el proceso de la vida, en lo vivo, está implícita la fuerza del amor, la relación fecunda entre los dos principios polares que posibilita la generación del universo, de la naturaleza espacio temporal en la que es posible la manifestación de la vida. Cuando hablamos del aprendizaje del amor solemos referirnos a la etapa de crianza del animal humano, a la relación primaria materno-filiar (la pareja básica que diría Casilda Rodrigáñez), pero lo cierto es que la necesidad de fusión, de encuentro, de cooperación, de galanteo, etc, lo podemos encontrar en la intimidad de la célula eucariota, donde se da la simbiosis de las mitocondrias  o los cloroplastos  con la propia estructura celular, estos orgánulos celulares fueron en otro tiempo entidades vivas independientes, que en la actualidad continúan portando su carga genética propia. La necesidad de encuentro y fusión fue la que indujo a la asociación de células para formar organismos mayores con mayor complejidad. La danza del galanteo y la seducción la vemos reproducirse en el encuentro entre los espermatozoides y el óvulo, y esa misma energía que lleva al encuentro y a la creación después se muestra en el animal humano, aprendiéndose a través de la relación con la madre y las principales figuras de apego y en general en la crianza.  La espontaneidad primaria se mantendrá si  se apoya el proceso natural en sus diferentes fases si no se dará lugar a distorsiones de la forma, lo que W Reich llamo la coraza caracterológica.

En suma nacemos para el gozo, para el placer, y el displacer o el sufrimiento nos contrae creando limitaciones y restricciones en la forma. Como dice S. Keleman somos bombas pulsantes, estructuras formadas por conductos verticales que trasportan materias solidas, liquidas, gaseosas y también energía, a lo largo de esa verticalidad se localizan segmentos horizontales, perpendiculares a la columna vertebral (las fajas de la coraza de Reich) que conforman diafragmas anatómicos céfalo-caudales que actúan a modo de válvulas, facilitando el paso de los materiales o dificultándolo si tienen restricciones. Sobre estos diafragmas se localizan los centros energéticos tradicionales (chacras hindúes).

Las fuerzas que envuelven el galanteo y la concepción son importantes a la hora de calibrar la carga energética que portará el embrión, por eso el brujo yaqui D Juan (Carlos Castaneda) dice que “la cogida”, el acto sexual en sí, es fundamental para entender el potencial de un ser humano.

A. LOS TIPOS CONSTITUCIONALES

Desde el principio nuestra biología nos condiciona, la carga hereditaria influye en el desarrollo de las tres capas embriológicas y ya cada animal humano tiene una ciertas potencialidades dependiendo de la capa embriológica que predomine en él. Normalmente siempre hay una o dos capas que nos caracterizan y explican nuestras tendencias naturales y espontaneas, si nos dejaran ser.
La tipología constitucional en base a las hojas embrionarias se basa en los tres somatotipos que formuló el precursor de la tipología constitucional, William Sheldon, el siglo pasado y que retoma  Stanley  Keleman en sus estudios de la anatomía emocional y en su práctica terapéutica desde la perspectiva de la psicología somática:

1.     Ectomorfo, cerebrotonico o cleptosómico.
2.     Mesomorfo, somatotónico o atlético.
3.     Endomorfo, viscerotónico o pícnico.

  1.   Ectomorfo

 Destaca el desarrollo de la lamina ectoblástica, de ella se desarrollara principalmente el sistema nervioso y la epidermis. Son de aspecto longilíneo y parece que el peso de su cabeza  les produce cifosis. La disposición de est@s individu@s es reactiva, nerviosa y atenta. Hacen contactos esporádicamente, estableciendo relaciones y abandonándolas. El funcionamiento mental y la información sensorial dominan sus vísceras. Resuelven los conflictos  con la no confrontación.

2.      Mesomorfo
 Destaca el desarrollo de la lámina mesoblástica, de ella se desarrollará principalmente todo el sistema músculo-esquelético y el sistema vascular. Son personas de aspecto cuadrado, de piernas y brazos cortos, tienen el pecho grande así como el corazón y los huesos. Sobresale su tórax. Tienen una fuerte orientación a la acción, son activ@s y entusiastas. Son del tipo del guerrer@ combativ@. Resuelven los conflictos mediante una acción eficaz y con expresiones rápidas y poderosas

3.      Endomorfo

 Destaca el desarrollo  de la lámina endoblástica, de ella se desarrollará principalmente el tubo digestivo. Tiene mucho abdomen, con órganos de digestión provistos de un buen volumen visceral. Tiene forma de pera, grandes pectorales y pelvis ancha. Tienen cambios de humor, son cálid@s y extrovertid@s, con tendencia a la depresión y a la euforia. En la resolución de conflictos pueden parecer  lent@s, tienen mucha paciencia.

Aunque ninguna de estas constituciones es pura, son las tres que se dan y tod@s nacemos con una predisposición genética hacia alguna de ellas. Sepámoslo o no, cada un@ de nosotr@s tiene una cierta predisposición somática. Así pues, casa persona, mantiene una triple conversación a un  nivel fundamental: ¿Debo percibir y reunir información, debo esperar a digerirla, o debo empezar a actuar inmediatamente?, ¿Resuelvo un problema por medio de la actividad, la absorción o la paciencia?

El tipo corporal es una señal de la herencia constitucional y nos proporciona la condición profunda de nuestra manera de pensar, aunque no nos demos cuenta de ello. Los tipos constitucionales ecto, meso y endo tienen un código interno que los mueve en cierta dirección vital. Generalmente el tipo constitucional de l@s p/madres se refleja en sus hij@s. Algun@s hij@s, sin embargo, aprenden a actuar como el tipo constitucional de sus p/madres, aunque ell@s no poseen estas características. El factor definitorio  no es tipo corporal de lo/as p/madres, sino el comportamiento exigido en la familia.

Cuando se piensa en términos de tipo constitucional se deben evitar los estereotipos habituales, como la idea de que los machos son enérgicos (mesomórfos) y las hembras receptivas (endomórfas)

El tipo constitucional afecta a la forma de expresar y recibir amor, pero también nos afecta el tipo de cuidado y atención que vivimos durante las etapas del crecimiento. Las alteraciones del pulso amoroso en cualquiera de las etapas causan las pasiones y adicciones que persiguen a quienes no son amad@s o lo son incorrectamente. El tipo constitucional determina lo que un/a  niñ@ busca cuando crece. Se pueden dar situaciones contradictorias como las siguientes:



  •         A un/a  ectomorf@ que busca soledad e introspección se le puede ofrecer estar con los demás o actividad.
  •          A un/a endomorf@, que necesita estar con los demás, le piden que este solo o que salga a hacer un deporte.
  •        Al/la mesomorf@  que necesita una confrontación de fuerzas, le dan paz familiar o por el contrario aislamiento.